La última milla, qué es y la importancia en el transporte

Te preguntas qué es la última milla y porqué resulta tan importante en logística. ¡Entonces este post de Transportes Amate es para ti!

Hoy en día la inmediatez es un aspecto especialmente valorado por los consumidores, y esto es algo que las empresas saben muy bien. De hecho, según un estudio, el 80% de los clientes no vuelve a comprar en una tienda si ha existido algún problema con el transporte. Por eso, los tiempos de entrega que ofrecen las marcas son cada vez más cortos y también más cuidados y optimizados por parte de los negocios. La última milla es el último paso de todo el proceso de logística, un punto crítico de gran importancia por varios motivos.

A continuación te hablamos de todos los aspectos que hacen tan importante la última milla.

¿Qué es la última milla?

La última milla, también conocida como ‘distribución capilar’ y ‘last mile’ en inglés, es la gestión del transporte de paquetes que se centra en el último trayecto de logística, justo antes de la entrega al cliente.

Lo más habitual es que la última milla se corresponda con el trayecto que siguen las mercancías tras haber sido agrupadas, el que se encarga de distribuirlas al cliente final. Su nombre se explica por el ser el último trayecto que lleva el producto directamente al cliente. También se llama distribución capilar porque dentro de una misma ciudad, los repartos se hacen en diferentes zonas o ramificaciones.

La última milla es pues, el último paso de toda cadena de logística.

Su importancia en el sector de la logística

La distribución capilar ha ganado relevancia conforme los consumidores nos hemos ido volviendo cada vez más exigentes respecto a los envíos de los productos que compramos por Internet. Como clientes, buscamos que los envíos sean gratis, o lo más baratos posibles, rápidos, con entregas flexibles y con una atención al cliente de calidad, que nos haga sentir seguros y escuchados en todo momento. Pero todo esto se traduce en malabarismos para las empresas, que deben asumir un coste bastante elevado para ofrecer a sus clientes distintos tipos de envíos y poder ofrecer opciones de logística más llamativas que las de sus competidores.

Una de las cosas a las que deben prestar especial atención los e-commerce es precisamente la gestión de la última milla. Pues se trata de un paso esencial para garantizar el mejor servicio de entrega.

Las empresas tienen la misión de ajustar al máximo los costes y a la vez satisfacer al máximo las necesidades del cliente. Pero uno de los grandes retos es conseguirlo, teniendo en cuenta las distintas variables que afectan a la última milla, muchas de ellas externas. Por ejemplo, el tráfico de la ciudad, los horarios de carga y descarga, o las limitaciones de determinados vehículos en zonas específicas de la ciudad. Además, se suma como variable la propia naturaleza del producto e incluso su tamaño, que además de afectar en los tipos de embalajes, debe tenerse en cuenta para optimizar la última milla. .

Por todo esto, la última milla es un factor poco agradecido, con un coste elevado y difícil de valorar, de la cual depende en gran medida la satisfacción del cliente respecto al envío de su pedido.

El hecho de que la distribución de paquetes pequeños esté más pormenorizada, requiera de muchos más vehículos y esté sujeta a todos estos factores externos, dificulta la gestión de la última milla y el estudio de su rentabilidad.

Consejos para optimizar la última milla

La dificultad para gestionar la última milla obliga a las empresas a conocer tips y consejos para hacer entregas finales más eficientes. Estos son algunas de las cosas que pueden tenerse en cuenta para optimizar la distribución capilar.

Optimizar las rutas

Si tu negocio contempla entrega de paquetes con la última milla, deberás sincronizar los distintos elementos de este último trayecto. Para optimizar las rutas la empresa de transporte debe conocer cuáles son las rutas más eficientes en función de posibles restricciones, atascos, obras, o cualquier otro factor externo que pueda imposibilitar la entrega a tiempo.

Tipo de paquetes y su transporte

Otro aspecto que hay que valorar para optimizar la última etapa de la logística es el tamaño de los paquetes y la naturaleza del producto que se tiene que entregar. No es lo mismo tener que transportar productos frágiles de cristal, que paquetes que contienen alimentos o medicinas perecederas. Esto hará que sea necesario contar con vehículos equipados de neveras o motos, y que se tengan que compaginar tanto con otros conductores como con otros vehículos.

Condiciones de entrega

Antes de informar sobre el tiempo de entrega estimado o asegurar que el cliente llegará antes de ‘X’ día, hay que tener en cuenta todas las variables. Por ejemplo, en momentos del año como rebajas o Navidad, los envíos pueden sufrir importantes atrasos que la empresa tiene que tener en cuenta y que el cliente final debe conocer.

Conclusión

Como puedes ver, la última milla es un proceso delicado, con una gran repercusión en las empresas. Buscar una solución eficaz, que optimice al máximo los recursos de la empresa se traducirá en envíos más económicos y en clientes más satisfechos. Trabajar con diferentes empresas de transporte nacional y empresas de transporte internacional permite a los negocios contar con diversos métodos de entrega y envíos más rápidos y eficientes.

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